jueves, 26 de agosto de 2010

Voy subiendo hasta tu casa
que está hecha de piedra,
que está más arriba.

Es difícil mirar para atrás,
los hechizos queman,
te atraen y te encierran.


El sendero es sólo para ir
y una vez arriba
ya no hay forma de bajar.

Son esas cosas que te atrapan,
te cambian y no dan tiempo a pensar.

No siempre somos hombres fuertes
ansiosos por luchar
y encontrar la salida.
Todo es raro acá.

En la casa de piedra
la angustia es pasajera,
las ventanas sólo dejan ver nubes
que son como un mar,
nubes que hacen olvidar.


Son sentimientos que te atrapan,
te cambian y no dan tiempo a pensar
.
No siempre somos hombres fuertes...
La casa de piedra,
este es mi nuevo hogar.

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